Un saldo de 34 asesinados: 24 policías y 10 civiles, según las cifras dadas a conocer, fue el que dejó la tan ACERTADA decisión de nuestro gobierno, ante una contundente negativa por siquiera escuchar a quienes son también parte importante de su legado de cuidado y protección nacional. Decisión que claro nos dejó en ridículo ante las miradas internacionales y que demuestra nuevamente que los gobiernos de Alán García y sus gabinetes ministeriales, igual de torpes que él, llegan siempre a causar desajustes, problemas y penas a nuestro país.
Presidente del Perú: Alán García Pérez.
¿Era acaso tan poco previsible lo que iba a pasar? Siendo los protestantes personas tan aguerridas y sabiendo que habían sido alborotados y condimentados por otras personas, también políticos nuestros del partido nacionalista, para que reclamen por lo que les corresponde y son parte de sus derechos...¿era tan difícil para el gobierno central intentar realizar una medida pacífica para encontrar el punto medio de acuerdo en este problema? Creo que para todos el hecho de mandar a policías a desalojar a cualquier costa la carretera no fue la mejor disposición.
Solo nos queda reflexionar sobre lo acontecido y esperar que estás muertes no hayan sido en vano, que el resto de personas, como yo, que también tendrán en sus manos el voto para nuestros próximos representantes en el gobierno no comentan el mismo error, llamado masoquismo, de quienes tuvieron la gran idea de elegir como presidente a una persona que en el pasado ya le había causado bastante daño a nuestro país; aunque claro es comprensible pues ante los dos males que quedaban por elegir en aquella ronda electoral (García y Humala), se optó por el mal menor.
Esperemos que después de esto las cosas cambien en cuanto a decisiones sobre el caso, pues el país entero no desea ser testigo una vez más tan horrenda masacre, por solo cuestión de decisiones de estado.
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